En el siglo XIX se da la expansión del trabajo en las oficinas y los documentos de forma se producían de forma manuscrita, por lo que producir documentos en grandes cantidades se tornaba una labor agotadora y tediosa, es por ello que surge la necesidad de crear una máquina que agilizara la labor de lo escribientes, después de un largo proceso se logra crear la máquina de escribir.
El primer intento registrado de producir una máquina de escribir fue realizado por el inventor Henry Mill, quien recibió la primer patente para su creación en 1714, luego el siguiente permiso se le brindó al inventor estadounidense Willian Austin Burt en 1829 quien construyó una máquina con caracteres colocados en una rueda semicircular que se giraba hasta la letra o carácter deseado y luego se oprimía contra el papel.
Esta primer máquina se llamó "tipógrafo" y era más lenta que la escritura manual.
Y así fueron creando nuevas máquinas que se pretendía fueran más prácticas sin embargo, los intentos habían sido fallidos hasta llegar a la Remington, producida por los inventores estadounidenses Sholes y Glidden en 1873, la cual, contenía casi todas las caraterísticas esenciales de la máquina moderna.
Este hecho marcó un precedente para que surgieran las primeras máquinas de escribir eléctrica y las demás innovaciones hasta la fecha.
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